Todos al menos una vez hemos visto muestras de minerales en museos, en casa de amigos, en Internet o donde fuere; de seguro vimos piezas que capturaron nuestro interés e hizo que nos encante esto del mundo mineral, es más tal vez no podamos precisar el momento en que sucedió ni que lo desencadeno, ahora bien, lo más probable es que hallamos visto minerales o piezas que se exponen en vitrinas, en un museo , en la casa de algún conocido, pero el punto al que voy es que eran visibles así a simple vista, es decir son de un tamaño considerable, pueden ser algunas muy grandes, o de tamaño promedio el cual va de 5 a 15 centímetros; todos estos son visibles fácilmente sin la necesidad de elemento alguno que las amplié, o fotos en revistas o publicaciones donde los minerales se veían del tamaño de media página, pero si miramos las referencias en algún lugar más allá del nombre de la especie su procedencia y algún que otro dato posiblemente estaba un numero o una aclaración sobre la escala real o el tamaño de la ampliación, esto para que uno sepa las dimensiones verdaderas de la pieza; bueno, más allá de estas piezas grandes, existe otro mundo entre los minerales y se podría decir que es el que mas piezas contiene el “mundo micro”, los más pequeños.
Lamentablemente no es posible obtener ejemplares grandes de todos los minerales como a la mayoría nos gustaría, más grande es, más valor tiene la piedra y hasta el yacimiento mas productivo algún día se termina, pero lo que si es realmente muy abundante, es el mundo de lo pequeño dentro del reino mineral, y justamente el hecho de tener gran cantidad de piezas hace que sea relativamente más fácil obtener belleza y perfección.
La colección de estas piezas de pequeño tamaño no es algo novedoso, existen coleccionistas dedicados casi exclusivamente a estas pequeñas joyas hace décadas, esto tiene su razón y sus ventajas, consideremos que determinados minerales y rarezas del reino mineral solo se dan en tamaños reducidísimos, los mineralogistas estudian con microscopios electrónicos muchas de estas, de las que solo se poseen un par de muestra mundiales, a los efectos de hallar nuevas especies y describirlas; pero mas allá del mundo científico, nosotros armados con una simple lupa podemos gozar y disfrutar de verdaderas maravillas de la geometría en la construcción de cristales y sus asociaciones en cualquier piedra donde hallan cristalizado algunas especies minerales.
Por otro lado debemos aceptar como una virtud el hecho de poder guardar los ejemplares en lugares pequeños especialmente diseñados para tal fin o simples cajones que uno adapto adecuadamente.
A este tipo de piezas pequeñas en el ámbito de las colecciones se lo denomina con la palabra en inglés “micromouse”.
Según creo y a mi saber son muy pocos los coleccionistas de este tipo de piezas, los “micromouse” en nuestro país, es verdad que todos en su gran mayoría preferimos las mas grandes y visibles a simple vista, pero que hacer con lo que no se halla en grandes tamaños, o que hacer con muestras que se tienen y son pequeñas, tirarlas no parece una muy buena opción, piensen que uno mas allá de sus conocimientos, desconoce mucho aun y se puede estar tirando piezas importantes, por otro lado esta bien catalogar para guardar lo que creemos mas importante, pero por otro lado este tipo de piezas, tiene esa virtud de ser pequeñas y ocupar poco espacio; cada uno sabrá que hacer.
Con respecto a el valor económico los micromouse no suelen tener grandes valores, de no ser que se trate de especímenes minerales realmente raros y escasos, entonces claro si alcanzaran valores realmente elevados; pero nuevamente con esto de las virtudes esta es una, al ser piezas que muchos no valoran es potencialmente posible adquirirlas por precios bajos o mas que razonables.
No dejen de considerar hacer dentro de su colección un espacio dedicado a las mas pequeñas, un simple cajón con divisiones y cajitas de cartón con algodón o goma espuma pueden servir de cama a la pieza.
Ahora dándole importancia que se merece a lo mas pequeño, es que la próxima vez que tengamos alguna salida al campo, a la montaña o al lugar que tengamos cerca en la naturaleza es que podemos ver y apreciar el mundo desde otra perspectiva; imaginemos si no un arroyo, un rió donde suele ser tan buen lugar para buscar algo entre las piedras, de seguro como suele ser común las piedras allí estarán desgastadas, redondeadas, es difícil el hecho de hallar “cristales”, pero si miramos bien si los encontraremos, sobre la superficie, visualmente en dos planos, no de forma tridimensional, pero si traemos esas piedras y observamos estas formaciones veremos las bellezas que esconden; para citar algunas veremos esto en andesitas y riolitas entre otros; rocas muy frecuentes de hallar.
Una forma que utilizo para visualizar mejor los pequeños cristales y sus formaciones en una pieza es mediante las fotografías; para poder sacar fotos que sean útiles de estos minerales pequeños se debe recurrir a la “macrofotografía”, por ende debe de contarse con una cámara que tenga entre sus características una utilidad especifica para realizar este tipo de tomas, es decir el modo “macrofotografía”, personalmente yo elegí a la hora de adquirir una nueva cámara digital una que contaba con esta opción, y la cual no era solo un aditamento mas para sumar servicios en la cámara si no mas bien consideraba a la forma “macro” como una de sus características relevantes, simplificando, una cámara con un muy buen “macro”; desde luego que a la hora de comprar eso se le pregunta al que las vende y sabrá asesorarnos, hoy en día la gran mayoría de las cámaras digitales dispone entre sus capacidades del modo “macro”, ahora una foto mal sacada o desenfocada es otra cosa, esa es una foto que de ser posible hay que volver a sacar y listo, la tecnología actual nos permite equivocarnos incontables veces, lo mejor es sacarle 10 fotos a una pieza y listo, de seguro alguna nos gustara, las demás se eliminan.
Esto es para los que si bien nos gusta mucho las fotos y las piedras, no disponemos del capital o no queremos tener nuestro mini laboratorio fotográfico “macro”, para el cual ya necesitamos contar con otros dispositivos y maquinas diferentes, como una cámara con fuelle y demás; más allá de todo un equipo sofisticado, siempre existen elementos e ideas caseras, para iluminar, sacar sombras y más que con ingenio se pueden resolver de manera casera.
Una vez realizada la foto, la descargo en la PC y allí con algún programa para visualizar imágenes (por ejemplo el “ACDsee pro”, o cualquier otro) le corrijo la luz o hago algún otro retoque que me parece necesario para mejorar la calidad, pero lo que para mi es la parte mas importante es la posibilidad de ampliar muchísimo las fotos, sea estas en general o por sectores y gracias a esto poder verlas aun mejor que con una lupa, en detalle y tamaño; es por eso que cuando no veo bien algo, le saco la foto, la descargo en la computadora y allí la veo bien con detalle y así me es mas fácil decidir que hacer con ellas, además voy creando mi otra vidriera de colección, la virtual, donde el mundo de lo mas pequeño toma un sentido diferente; de esta manera tienen un lugar donde se las puede mover, aumentar y estudiar tranquilamente, no se corre el peligro de romperlas o ensuciarlas y además se las puede compartir con otros fácilmente, un detalle importante a considerar es que las “micromouse” entre sus falencias esta la delicadeza, su fragilidad, así que poder verlas y manejarlas virtualmente es casi fundamental para su cuidado.
Para aquellos que estén mas profundamente interesados en dominar las técnicas de la macrofotografía y algunas maneras de retocar las imágenes en el computador, aquí les envío un vinculo a un archivo que puede serles de utilidad, Fotografía Macro digital de Antonio García Martínez.
http://www.ampsvr.org/ampsvr/0archivos/reportajes/FOTO%20MACRO%20DIGITAL.pdf
Además les incluí algunas fotos que representan muy bien de que se tratan las muestras del tipo “micromouse”.
